Las aplicaciones web son populares debido a lo práctico que resulta acceder mediante un navegador web y a la independencia del sistema operativo, así como a la facilidad para actualizar y mantener aplicaciones web sin distribuir e instalar software a usuarios potenciales. Existen aplicaciones como los webmails, weblogs, tiendas online, sistema de ventas y stock, entre otras, que son ejemplos bastante conocidos de aplicaciones web.
Es importante mencionar que una aplicación web puede contener elementos que permiten una comunicación activa entre el usuario y la información. Esto permite que el usuario acceda a los datos de modo interactivo, gracias a que el sistema responderá a cada una de sus acciones, como por ejemplo rellenar y enviar formularios o acceder a gestores de base de datos de todo tipo.